Entrevista publicada en la revista Endo Vive Plena de México:
Carlos de Prada
Premio Nacional de Medio Ambiente y Premio Global 500 de las Naciones Unidas
Fondo para la Defensa de la Salud Ambiental (FODESAM)
EVP- En qué afecta la contaminación a las mujeres con ENDO?
CP- Según diversas investigaciones científicas, que resumimos en nuestra web del Fondo para la Defensa de la Salud Ambiental, podría ser que en mucho. Tanto a mujeres que ya tengan la enfermedad como, lo que acaso sea más importante, en el hecho de acabar teniendo o no la enfermedad. Debemos tener presente que nuestros cuerpos, y los de las mujeres singularmente, funcionan a consecuencia de la existencia de un finísimo equilibrio químico. Un equilibrio que funciona, a lo largo de miles de años, por el concurso de una serie de sustancias, hormonas por ejemplo, que tienen sus justas proporciones y que intervienen en una serie de momentos clave. Si en ése equilibrio químico natural, extraordinariamente sensible y en el que bastan niveles muy bajos de una serie de sustancias para provocarse cambios profundos, entran en escena una serie de sustancias químicas no naturales, pueden causarse profundos desarreglos. Especialmente cuando estas sustancias ajenas, que todos tenemos ya en nuestros cuerpos, pueden tener, como de hecho sucede, efectos hormonales. Es como si tuviésemos en nuestro torrente circulatorio una serie de “hormonas saboteadoras” que envían mensajes erróneos, que “imitan” a los de las hormonas naturales, o que bloquean o potencian, según el caso, y fuera de todo equilibrio, una serie de mecanismos. Si estas sustancias intervienen, por ejemplo, cuando una mujer es un embrión que se está formando dentro de su madre, los cambios pueden ser profundísimos. Y pueden manifestarse luego cuando esa mujer llegue a la madurez sexual, especialmente si a lo largo de todo su desarrollo ha seguido exponiéndose a ésas mismas sustancias que la predispusieron ya desde el útero materno.
EVP- ¿Cuáles son los agentes que más afectan a éste sector de población?
CP- En el Fodesam hemos hecho una labor de búsqueda de las investigaciones científicas realizadas y en ellas se alude a la asociación de una serie de sustancias con la endometriosis. Son sustancias que muy frecuentemente aparecen como contaminantes en el mundo industrializado y que casi todos llevamos en nuestros cuerpos. Por ejemplo, las dioxinas y furanos, o los PCBs. Las dioxinas proceden, por ejemplo, de la incineración de plásticos o, entre otras cosas, de procesos industriales en los que se emplea cloro. Son sustancias bioacumulativas y se concentran en la cadena alimentaria, llegándonos especialmente a través de la dieta. Los PCBs (policlorobifenilos) son un grupo de sustancias que se usaron mucho en instalaciones eléctricas y que por diversas razones, como su alta volatilidad, han acabado apareciendo aún en las regiones más apartadas del globo. Igualmente, son muy bioacumulativos, y suelen llegarnos a través de la cadena alimentaria (carne, pescado, leche,…).
EVP- ¿Existe una estadística sobre mujeres con endometriosis que muestre que estén más afectadas en relación con otros países menos contaminados? o ¿cuál sería la cifra?
EVP- ¿Que debemos de hacer para no exponernos a estos agentes contaminantes y seguir arriesgando nuestra salud?
EVP- ¿Qué tipo de estudios se han realizado en el mundo para comprobar lo que hablamos?
EVP- ¿En qué consisten estos estudios?
CP- Se han realizado, por ejemplo, experimentos con macacos, viendo que los que habían recibido una alimentación más contaminada con dioxinas tenían el doble de incidencia de endometriosis. Estudios semejantes se hicieron con algunos PCBs encontrando también un incremento de casos. Se han realizado también experimentos con monos y roedores viendo como las dioxinas favorecían el crecimiento de células endometriales fuera del útero. Y en las mujeres se han visto cosas similares. Por ejemplo, las mujeres que estuvieron expuestas al accidente industrial de Seveso (Italia), donde se liberaron grandes cantidades de dioxinas, tenían el doble de incidencia de endometriosis. Otro estudio, esta vez en Israel, mostró que las mujeres que tenían una más clara presencia de dioxinas en sus cuerpos, era más probable que tuviesen endometriosis. Resultados semejantes se han tenido con la presencia de PCBs. Otras investigaciones se han centrado en pesticidas como el metoxicloro, que produciría el crecimiento de las células de endometriosis en roedores. Hay también estudios que asocian la enfermedad a contaminantes cotidianos, muy frecuentes incluso en diversos cosméticos, perfumes, productos de aseo personal,… como algunos ftalatos. También sobre radiaciones.
EVP- ¿Desea agregar algo más?
Por concluir, decirles que en el Fodesam nos dedicamos, simplemente, a hacer de intermediarios entre lo que la ciencia sabe y la población que debería estar informada y no lo está. Intentamos que miles de personas no enfermen y que los que enferman puedan tener información acerca de las posibles causas de la enfermedad, a fin de que contribuyan a detener el círculo vicioso que antes comentábamos. Invitamos a las mujeres afectadas a unirse de forma activa a iniciativas que vayan en éste sentido. Como dice nuestro lema: no es posible un hombre (o una mujer) sanos, en un planeta enfermo.
Carlos de Prada,Premio Nacional de Medio Ambiente y Premio Global 500 de las Naciones Unidas
Fuente:
Endo Vive Plena
La verdad es verde. El blog de Carlos de Prada
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