Este es el tercero de una serie de artículos llamada: “Comprendiendo la vivencia emocional de las mujeres con endometriosis” en los que vamos a profundizar en los aspectos psicológicos y emocionales de la enfermedad.

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CONVIVIR CON LOS SÍNTOMAS I

En el artículo anterior hemos podido conocer qué factores están implicados en la vivencia emocional de la enfermedad. También hemos visto que para comprender a la mujer con endometriosis hemos de saber que cada situación y vivencia será única ya que aunque hay síntomas y vivencias que se comparten entre las mujeres también hay otros que les diferencian.

Pero para poder profundizar un poco más en la comprensión de esta realidad tenemos que abordar varios temas relacionados entre sí:

1. ¿Con qué síntomas y situaciones va a convivir una mujer con endometriosis?
2. ¿Qué áreas de su vida se pueden ver afectadas?
3. ¿Cómo va a afectar todo lo anterior en su vivencia emocional y en la relación consigo misma y con los demás?

Síntomas y peculiaridades de la enfermedad.

Cada mujer puede reunir varios de los síntomas que vamos a describir a continuación. Habrá mujeres que los reúnan todos y otras que no sufran ninguno y sean asintomáticas. Lo más habitual es reunir varios y como hemos dicho anteriormente ese conjunto de síntomas concretos junto con su intensidad conformará diferentes experiencias.

  • Dolores menstruales habituales.
  • Flujo menstrual muy abundante.
  • Dolores que pueden llegar a ser severos, como cólicos y que pueden llegar a ser incapacitantes.
  • Dolor crónico en la zona pélvica y lumbar.
  • Dolores abdominales. Trastornos intestinales. Dolor al evacuar u orinar.
  • Dolores durante o después de las relaciones sexuales.
  • Fatiga crónica derivada de las hemorragias abundantes (anemias) y de un funcionamiento sistémico alterado del organismo.
  • Cambios de humor e inestabilidad emocional por alteraciones hormonales derivadas de la enfermedad y/o de los tratamientos.

Lo primero que llama la atención al ver esta lista es la palabra dolor. La mujer con endometriosis suele convivir con el dolor de una manera más o menos crónica e intensa. Este dolor en muchos casos puede llegar a ser incapacitante y limitar las actividades normales de la vida diaria. Cuando el dolor físico está presente de manera constante o bien puntualmente cada mes con la regla se acumular un gran desgaste físico y psicológico. El dolor crónico resulta agotador y esto puede hacer sentir a la mujer al límite de sus fuerzas psicológicas con una sensación de ya no poder más.

En los casos de dolor menos intenso se podrá manejar la situación con medicación viéndose ligeramente disminuida la actividad de la mujer durante los días que aparezca el dolor pudiendo hacer un buen manejo y adaptación a la vida. Pero en los casos más severos estos dolores pueden ser tan intensos que no respondan a los analgésicos y a los antiinflamatorios comunes impidiendo a la mujer llevar una vida normal. Durante las fases de dolor intenso es normal que la mujer permanezca en cama y no pueda realizar ninguna actividad permaneciendo convaleciente durante horas o días.

Esta situación vivida de una manera más o menos recurrente puede provocar sentimientos de miedo al dolor, impotencia y desesperación. Si además añadimos que la media de diagnostico de la enfermedad es de nueve años y que durante todo ese tiempo no llega una solución que alivie el dolor y que ayude a entender qué pasa, es probable que se pueda llegar a desarrollar problemas de depresión y ansiedad por agotamiento físico y psicológico.

Por eso es tan importante un diagnóstico precoz y un buen tratamiento a tiempo, esto evitaría a muchas mujeres años de sufrimiento físico, impediría que la enfermedad avance a niveles de gravedad y daño mayores para el organismo y evitaría mucha problemas emocionales derivados de aguantar una situación dolorosa y estresante de una manera continuada.

Si continuamos con la lista nos vamos encontrando con otros síntomas. Cuando la mujer tiene trastornos intestinales, problemas al evacuar y orinar, dolores lumbares, puede generar un efecto de confusión a la hora de buscar el origen del problema. Es decir, el que predominen este tipo de síntomas puede despistar y confundir provocando diagnósticos erróneos ya que se piensa que el problema está en el colon, o en la vejiga.. En este sentido es normal acudir a los especialistas correspondientes pero lo más seguro es que no encuentren nada y las mujeres acaben o volviendo a su casa sin ninguna respuesta ni solución o con diagnósticos como “colon irritable” que siguen dejando a la mujer en el mismo lugar.

A veces este tipo de síntomas algunos profesionales los interpretan como somatizaciones de temas emocionales lo que puede despertar creencias culpabilizadoras y pensamientos del tipo “Entonces me lo estoy provocando yo”, “Si no me curo es que algo estoy haciendo mal”, “¿Será que estoy exagerando?”, ”¿Será que quiero llamar la atención?” generando una gran confusión y dudas sobre una misma. Cuando en realidad estos dolores y síntomas responden a procesos inflamatorios y de sangrado interno que son muy dolorosos, que producen una variedad de síntomas dispersos y que son difíciles de ver en las pruebas médicas normales. Cuando esto sucede y varios profesionales médicos coinciden en transmitir este mensaje a la mujer se puede causar un daño importante en su autoestima y en la confianza consigo misma.

Muchos implantes pequeños de endometriosis no aparecen en las pruebas médicas. El que en una prueba no aparezca nada no significa que la mujer no tenga nada ni que se lo esté inventando. Puede ser muy doloroso para una mujer con endometriosis llegar a pensar que todo lo que le pasa se lo está inventando y que los de alrededor así lo crean. Hay que estar muy fuerte y ser muy valiente para cuestionar un mensaje que viene de varias figuras de autoridad y muchas mujeres con endometriosis están débiles, débiles físicamente y débiles psicológicamente porque están enfermas y agotadas del desgaste físico y del periplo médico al que algunas se ven sometidas.

Es importante aclarar que esto no siempre es así, que muchas mujeres no pasan por este tipo de situaciones pero que cuando suceden pueden provocar lo anteriormente explicado. Por eso es muy importante un buen conocimiento de la enfermedad por los profesionales y la sociedad para evitar imponer interpretaciones erróneas y perjudiciales para la salud psicológica de la mujer. La educación y la sensibilización social pueden hacer mucho por este tipo de situaciones. Tanto las asociaciones especializadas en endometriosis así como la psicoterapia pueden ayudar a revertir y superar estas las consecuencias psicológicas creadas por sufrir este tipo de experiencias. Siempre hay cosas que se pueden hacer para buscar la salida y la información y el apoyo emocional juega un papel fundamental en ello.

En el siguiente artículo continuaremos hablando del resto de síntomas que afectan a la mujer con endometriosis, la fatiga cronica y los cambios de humor. Más adelante, en posteriores artículos, profundizaremos en lás áreas de la vida de la mujer que se ven afectadas por todos estos síntomas.

Ver artículos anteriores: La Dimensión Emocional, Factores Implicados en la Vivencia Emocional de la Endometriosis.

María Reula. Psicóloga y Psicoterapeuta en Zaragoza. Colegiada A-1611.
www.mariareula.com
Miembro de ADAEZ (Asociación de Afectadas de Endometriosis de Zaragoza)